Publicado: 3 de Julio de 2016

El intrusismo en las diferentes profesiones es algo que ha existido y existirá siempre. Pero que en épocas de crisis, como la que asola a nuestro país desde hace ya demasiados años, hace que crezca de manera exponencial.

La administración de fincas no es una excepción, incluso me atrevería a decir que es una de las profesiones más afectadas por este llamado intrusismo profesional, que, aunque no todo el mundo sea consciente, no beneficia a nadie. Ni a los administradores que intentamos dar calidad a nuestros servicios en nombre de la profesión, ni a las comunidades de propietarios que contratan a “intrusos” por el bajo precio al que ofrecen sus servicios.

Lo habitual es  que al cabo de unos meses, o puede que incluso un año o más  (si no ha surgido ningún problema en la comunidad que haga saltar la liebre), los vecinos se den cuenta, cuando ya es demasiado tarde, de que su administrador no está haciendo su trabajo correctamente, o simplemente, que no lo está haciendo. Es entonces cuando se ven obligados a buscar otro administrador que esté dispuesto a  hacerse cargo de la comunidad y asumir que tendrá que solucionar todos los problemas que ha causado la mala gestión del “aficionado” que la comunidad contrató en su día.

Debido a gran vacío legal que hay en la regulación sobre los requisitos y conocimientos que debe tener un administrador de fincas  para ejercer, nuestra profesión es una de las que más está sufriendo el intrusismo de miles de profesionales de otros sectores que, al verse sin clientes en su campo,deciden empezar a administrar comunidades de propietarios, como puede ser el caso de APIs, ingenieros, arquitectos, abogados, etc. (sin duda con una base sobre la que formarse para convertirse en  administradores de fincas) o de personas que simplemente están paradas y consideran que el trabajo de administrador de fincas consiste, tan sólo,  en sumar ingresos y restar gastos, y que por tanto,  lo puede hacer cualquiera.

Me parece totalmente lícito, e incluso positivo,  que la gente tenga que buscar una forma de ganarse la vida, y que decida hacerlo administrando comunidades, de hecho, creo que hay parque inmobiliario para todos y que en la sociedad de hoy en día cada vez es más necesaria la figura de un administrador de fincas en las comunidades de propietarios, lo que pido, por favor,  es que seformen y den un servicio de calidad, porque  de lo contrario no hacen sino desprestigiar una profesión que ya está bastante poco valorada y dar un pésimo servicio a las comunidades de vecinos, que las puede llevar a cometer irregularidades, pudiendo, incluso, llegar a tener consecuencias legales para las mismas.

Personalmente, no creo mucho en la polivalencia de los profesionales y abogo más por eso de “zapatero a tus zapatos” (aunque con eso no quiero decir que a lo largo de tu vida no puedas cambiar de zapatos). Creo que dedicarte a lo que dominas (o esforzarte en dominar a lo que te dedicas) y rodearte de buenos profesionales que dominen las materias que complementan tu trabajo, es la fórmula necesaria (aunque, por desgracia, no suficiente) para alcanzar el éxito, o al menos, para hacer una gran labor profesional.

Y como el que mucho abarca poco aprieta, procuro no cometer ese, a mi parecer, error tan extendido de coger todo el trabajo que te ofrecen, pensando sólo en el incremento de ingresos que ello supone, sin pararte a analizar hasta dónde eres capaz de abarcar sin renunciar a la calidad de tus servicios.

La gestión de una comunidad de propietarios nunca ha sido sencilla, y en esta sociedad cada vez más regulada en todos los aspectos, esta tarea se hace cada vez más compleja. Normativas europeas que afectan a las antenas de televisión, ordenanzas municipales, inspecciones obligatorias de ascensor, inspecciones obligatorias de instalaciones de baja tensión, obligaciones tributarias que se van imponiendo a la comunidades de propietarios (el año 2015 ha sido el primero en las comunidades de propietarios, aún no desarrollando ninguna actividad empresarial, han tenido la obligación de presentar el modelo 347 en el que se recogen las operaciones de las comunidades con terceros superiores a 3.005,6€), reclamaciones a los ayuntamientos, a los propios comuneros, a comunidades vecinas, reclamaciones a morosos que cada vez son más, etc.

Como veis, la tarea de un administrador de fincas  no se limita, ni muchísimo menos, a sumar ingresos y restar gastos. Entre otras cosas, porque si así fuera, esta profesión no tendría razón de ser, ya que en el año 2015, me atrevería a decir que, la gran mayoría de vecinos de las comunidades de propietarios, podrían hacer algo tan básico como sumar y restar.  Y por tanto, no tendrían ninguna necesidad de dedicar parte de su presupuesto anual a pagar los honorarios de un administrador de fincas.

La LPH recoge en el artículo 20 las funciones que corresponden al administrador de la comunidad (Art. 20 LPH):

“Corresponde al administrador:

  • Velar por el buen régimen de la casa, sus instalaciones y servicios, y hacer a estos efectos las oportunas advertencias y apercibimientos a los titulares.
  • Preparar con la debida antelación y someter a la Junta el plan de gastos previsibles, proponiendo los medios necesarios para hacer frente a los mismos.
  • Atender a la conservación y entretenimiento de la casa, disponiendo las reparaciones y medidas que resulten urgentes, dando inmediata cuenta de ellas al presidente o, en su caso, a los propietarios.
  • Ejecutar los acuerdos adoptados e materia de obras y efectuar los pagos y realizar los cobros que sean procedentes.
  • Actuar, en su caso, como secretario de la Junta y custodiar a disposición de los titulares la documentación de la comunidad.
  • Todas las demás atribuciones que se confieran por la Junta.”

Como os decía en párrafos anteriores, y como habéis podido comprobar en el artículo 20 de la LPH,  el trabajo de un administrador de fincas abarca muchísimas más tareas que sumar y restar ingresos y gastos. Las cuentas de las comunidades de propietarios requieren muchos más conocimiento que la suma y la resta. Y las cuentas son sólo una pequeña parte de todas las tareas que un administrador de fincas debe realizar en las comunidades de propietarios que gestiona.

Por tanto, mi recomendación a la hora de buscar un administrador de fincas para vuestra comunidad es que os aseguréis que está preparado para ello. Que se dedique exclusivamente a la administración de fincas, que tenga buenas referencias de otras comunidades y sobre todo,  que desconfíes de aquellos administradores que ofrecen sus servicios a precios muy bajos.

Pensad que nadie trabaja para perder dinero.

Los administradores necesitamos estar al día de todas las novedades y exigencias que van surgiendo, normativas y todo lo que ya hemos comentado a lo largo del artículo. Todo eso requiere mucho tiempo y supone muchos gastos. Gastos de colegio o asesores, gastos de local, luz,teléfono, programas informáticos, gastos de desplazamiento a las comunidades (a las que debemos ir frecuentemente), a los ayuntamientos,  a Hacienda, al Registro, dedicar tiempo a estudiar cada nueva situación, acudir a las Juntas, pagar seguros, etc. y todo ello ofreciendo nuestros servicios a unos precios que ya son muy ajustados.

Cualquiera que os ofrezca servicios por un precio muy por debajo de lo que el resto de administradores ofrecen, creerme, no van a hacer su trabajo, se limitará, como mucho, a haceruna junta ordinaria al año y haceros un resumen de ingresos y gastos que hará justo antes de la junta, pero que no se habrá preocupado por vuestra comunidad durante todo el año, ya que con esos precios tan bajos que algunos “intrusos” ofrecen, es materialmente imposible hacer más para poder ganarse la vida con ello.